Una adivinanza: ¿cuál es la especia más cara del mundo? ¿Ni idea? Pues es el azafrán, a menudo llamado "oro rojo".

Este producto hace honor a su nombre, porque si se quiere comprar 1 g de azafrán hay que pagar la módica suma de 30 euros, o incluso 40 (según la calidad de la especia), lo que no deja de ser 30.000 euros por kg...

En Corrèze tenemos la suerte de contar con varias explotaciones de azafrán:
- La source blanche en Charniac,
- Le diable corrézien en Lagleygeolle,
- La Paradisière en Laval-sur-Luzège
- Azafrán de Vézère

La granja del azafrán

Su producción comienza con la plantación de bulbos de Crocus sativus, que producen unas bonitas florecillas púrpuras en octubre. Hay que recogerlas rápidamente, pero sobre todo con mucho cuidado, para no dañar el precioso pistilo que más tarde producirá la especia.

A continuación, los cultivadores se enfrentan a una tarea colosal: tienen que extraer a mano el pistilo de cada flor y secarlo. Una vez eliminado el 80% de la humedad, el pistilo se convierte en un filamento seco que representa el preciado azafrán. Dirás "falta una etapa, al final el azafrán es un polvo", pero no... El auténtico azafrán viene en un bote de filamento.

Para que te hagas una idea del trabajo que supone, necesitas unas 150 flores para obtener 1 g de azafrán seco. Por lo tanto, la producción sólo es rentable si se dispone de una gran explotación.

Ramo de azafrán en un plato rodeado de flores