Producto típicamente local, la mostaza Violette sólo se encuentra en la región de Gaillard.

Uno de los condimentos más famosos de la región de Corrèze está ya muy consolidado: la mostaza violeta. La empresa Denoix ha retomado la antorcha de la producción tras un periodo de declive.

Su historia se remonta al siglo XIV. El Papa Clément VI, nacido en Corrèze, pidió a un mostajista que fuera a Aviñón a prepararle esta famosa mostaza. Se designó a Monsieur Jaubertie, natural de Tulle. Su misión tuvo tanto éxito que se convirtió en "Grand Moutardier du Pape".

En 1986, Bernard Denoix tuvo la buena idea de revivir esta receta olvidada, para nuestro deleite. Como suele decirse: "hemos sacado del olvido a esta hada vestida de púrpura". En cuanto a su composición, no se equivoque: ¡no tiene nada de violeta! Su color se debe únicamente a la presencia de mostos de uva, y no hay colorantes artificiales.

Esta mostaza dulce y picante es el acompañamiento perfecto de embutidos, pot au feu, petit salé, morcilla y pescado. También puede utilizarse para marinar o desglasar las sartenes después de cocinar carnes añadiendo nata fresca.