Publié le 19 September 2025 par su_laetis
Colette vivió en Corrèze una decena de años, entre 1911 y 1923. Los que la conocen bien lo saben, pero para los demás es un misterio...
Para que conste, todo empezó con una historia de amor (¡como suele ocurrir!).
Colette se enamoró de Henry de Jouvenel, uno de los redactores jefe del diario Le Matin, y por aquel entonces escribía sus primeros relatos. Era 1911 y fue amor a primera vista. Henry de Jouvenel la llevó a su Corrèze natal.
Se aloja en el castillo de Castel-Novel, apodado por Colette "La grande baraque". Allí pasó los meses de verano entre 1911 y 1923.
Le gustaba mucho Corrèze y, sobre todo, "los frutos de la tierra lemosina".
El 19 de diciembre de 1912 se casa con Henry de Jouvenel y en julio de 1913 nace Colette Renée de Jouvenel. Fue criada en Corrèze por una niñera inglesa, Miss Draper. Tenía el mismo apodo que su madre, Bel-Gazou (que significa "bella lengua" en patois provenzal, ya que el padre de Colette era de Toulon).
He aquí el retrato que Colette hizo de su hija:
"¡Bel-Gazou, fruto de la tierra del Lemosín! Cuatro veranos la han pintado con los colores de este país. Es morena y vidriosa como una manzana de octubre, como una jarra de barro, con una cabeza corta y rígida de pelo de seda de maíz, y en sus ojos, ni verdes, ni grises, ni marrones, descarados, marrones, verdes, grises, el reflejo del castaño, el tronco plateado, la primavera umbría...". (Colette, Les Heures longues, 1917)
En Corrèze, Colette reclutó a Pauline Vérine (de Dampniat, cerca de Brive), que se convirtió en su cocinera favorita, cómplice, confidente y amiga.
La siguió durante 38 años, a todas partes y hasta el final. Colette amaba todos los placeres, especialmente la buena comida. Colette era una gran gastrónoma, y se enamoró rápidamente de la cocina de Correze, "comida tan sencilla como aliacea... Todos los días una taza de nata del cielo y ajo a carretadas", carta a Annie de Pène, Castel-Novel, 3 de agosto de 1917, o "comí seis dientes de ajo en la cena y dos cebollas en el almuerzo". También hablaba de ceps, aves de corral, mantequilla salada, morcilla...
Colette tenía un gran apetito, que la acompañó toda su vida. Pauline solía decir que "Mme Colette escribe mejor cuando ha comido bien".
Esto es sólo una pequeña muestra de lo que le gustaba.
El 150 aniversario del nacimiento de Colette centrará este año los actos de los Jardines, con tres temas: las delicias gastronómicas, la música y el jardín.
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